miércoles, 5 de agosto de 2009

La tragedia vs. el melodrama en las comunicaciones por internet

Me uní a Plaxo y recibí ya dos comunicaciones. Recuperé así alguien que solo vi un par de días y con quien conversé no más de una hora al borde de una pileta un mediodía de sol miserable, hace casi un año. En su misiva hace referencia a una situación difícil por la que está atravesando. Pienso, esta es de las mías: habla de las "desgracias" no como hechos aciagos, funestos sino como situaciones de la vida, sí, dolorosas, e inevitables, ¿que vamo'a hacer?

Yo también hablo como ella. No me sale de otra manera, aunque a veces, debo reconocer, sucumbo a las interpretaciones pret a pôrter con las que hace tantos años taladran nuestra inteligencia muchos practicantes de la psicología. Pero, bue, son momentos. Lo que me importa decir hoy es:

¡Qué difícil encontrar personas que escuchen la tragedia y no la reduzcan a melodrama! Cuando relato alguna situación indeseable pero inevitable, la respuesta más pronta y común es ofrecerme razones para lo que sucede (iba a decir "buscarle" razones, pero no, ojalá fueran buscadas)creyendo que así me van a consolar. El tema es, cuando cuento algo que me sucede y me aflige y ocupa ¿es consuelo lo que necesito? Y, sí... Pero seguramente no los consuelos así dados porque despiertan en mí rabia e impotencia y me sublevan.

¿Por qué me subleva el consuelo que esgrime exlicaciones y razones del tipo pret a pôrter?

1.Porque quien así responde me hace sentir estúpida al suponer que sola no fui capaz de pensar todas esas obviedades que me está diciendo y que, por ser válidas para todo tiempo y lugar, ningunean mi realidad aquí y ahora.
2. Porque siempre, o casi siempre, va seguido de un "ya vas a ver que va a pasar" que subraya mi supuesta ineptitud para entender la vida, como si mis años no me hubieran bastado para saberlo o, más aún, como si hubiera alguna posibilidad de saber lo contrario.
3. Porque no me ayuda a pensar, a entender la situación, a atravesarla, a descubrirme a mí misma cuando la vida altera el territorio de mi existencia.
4. Porque me quita toda posibilidad de alegría que, lejos de necesitar una vida sin problemas para hacerse presente en mí, es hija del comprender tanto como sea posible aún lo más difícil, o de aceptar mis límites para actuar.


Gracias Claudia por desatar estas ganas de ponerme a escribir. ¡¡A ver si alguien toma la posta!!

martes, 21 de abril de 2009

Dicen que la distancia es el relieve...

¡Hola! Nuevamente aquí y con la firme intención de mantener un ritmo de producción un poco más ágil que el que tuve hasta ahora. Actualmente estoy organizando el material que traje de un increíble viaje que hice por Oriente al que dedicaré las próximas entradas. Pero, antes de meterme en esa jungla de impresiones, sentimientos, pensamientos que hicieron estallar mi cabeza y mi alma, unas reflexiones inspiradas por el problema del carozo y la palta. Y antes, aun, una advertencia en relación con el título de esta entrada, la que hace honor al bolero titulado La barca, que dice:

Dicen que la distancia es el olvido (lalala)
pero yo no concibo esa razón... (lalala) (Recomiendo escucharlo mientras lean).

Volviendo a una de las inquietudes que despiertan las misteriosas relaciones entre el carozo y la palta. En principio, separación implica distancia. Pero también diferencia, como bien lo prueban la piel y el aire que la rodea, en íntima convivencia. Dejaremos de lado, por ahora, este tema de la diferencia (bienvenidos los comentarios que arrimen los tres lectores que tengo) y volvamos al de la distancia que en este caso es espacial. (Podría ser temporal, ¿no?)

¿Cuánto mide la costa de Gran Bretaña? es el título de un artículo del matemático inglés Mandelbrot, quien afirma que la distancia entre un punto y otro de una costa depende de la unidad de medida que se utilice para, precisamente, medirla. Imagino lo que están pensando, pero ¡¡No!! No se trata simplemente del cristal con que se mira, de un problema de perspectivas o puntos de vista, esos argumentos a los que tan fácilmente echamos mano cada vez que queremos ignorar una situación cuyo entendimiento nos complica. No.

Veamos a qué conduce la "trivial" pregunta de Mandelbrot. Imaginemos que, para llegar a conocer cuánto mide la costa de Gran Bretaña emprendemos su recorrido saliendo de un punto cualquiera de la costa hasta volver a ese mismo punto. Supongamos que, mientras hacemos la caminata tomando fotos, descubriendo paisajes, conociendo gente, el dibujo de la costa permanece siempre el mismo, indiferente a la acción de las mareas, los vientos, los movimientos propios del terreno.

Necesitaremos un sistema de medida. Supongamos que el que tenemos tiene por unidad el segmento recorrido por un elefante con cada paso que da. Con ese instrumento el resultado, digamos, será 5000 elefs. Imbuidos de espíritu científico, sometidos a la exigencia de rigurosidad, seguramente le habremos pedido a otra persona que haga lo mismo pero usando otro sistema cuya unidad sea el segmento recorrido por un perro. Si un paso de elefante equivale a 25 pasos de perro, deberíamos obtener como resultado el valor 125.000 prrs. Y si, por último, recurrimos a un sistema cuya unidad sea el segmento recorrido por una hormiga, el resultado, si un paso de perro corresponde a 1000 pasos de hormiga, debería ser 125.000.000 horms. Como cuando reducimos metros a centímetros, centímetros a milímetros y así...Pero, ¿saben qué? los resultados obtenidos en la realidad no son los que recién leyeron. No, en cada uno de los casos la distancia real, concreta, material, es otra.

Aunque el punto de partida y el de llegada sean los mismos, el elefante acorta la distancia entre ambos porque ignora una cantidad de irregularidades (elevaciones, hundimientos) del suelo que el perro no puede ignorar, mucho menos la hormiga. Lejos de tratarse de un punto de vista, el muy material dolor de piernas tras los esfuerzos realizados por cada uno de estos animalitos habla de estas diferencias reales sobre las que se sostienen nuestras vidas y que ingenuamente ignoramos. Aunque esa ignorancia no sea sin consecuencias.

P.D. Que nadie crea que sé algo acerca de fractales pero estas extrañas figuras me hicieron pensar esto que acabo de exponer, desvergonzadamente, ante ustedes.