miércoles, 20 de agosto de 2008

Una extraña aventura: ¿qué sentidos ocultos guardan las palabras que usamos?

Propongo zambullirnos en la historia de ciertas palabras, en sus contenidos olvidados pero no por ello inocuos, para tomar conciencia de todo lo que decimos sin saberlo y de todo lo que podríamos decir si nos apropiáramos de esos contenidos; para que podamos usarlas para reconocer y hablar de las cosas que efectivamente sentimos y nos pasan.


Empecemos con la palabra ESPERANZA, una palabra cargada, abrumada de connotaciones positivas. Sin embargo, según cuenta uno de los más célebres mitos griegos, Zeus guardó en la famosa caja de Pandora, junto a las pestes, las desgracias y todo lo que hace llorar, sufrir y destroza a los hombres, la esperanza. Su idea era que cuando Pandora abriera el cofre, desobedeciendo las expresas órdenes en contrario del dios, los males se escaparan diseminándose por toda la faz de la tierra, en castigo por la maldad y soberbia humanas. En fin, desde los griegos, la palabra esperanza alberga en su seno, la desgracia.

Los lectores están invitados a enviar reflexiones propias o ajenas en torno a este asunto.